jueves, 8 de julio de 2010

Aquellos encuentros en el 60

60 querido!

Siendo casi las dos de la mañana y aun sin ser acechada por el sueño de madrugada, aprovecho y escribo. Hoy me siento distinta, también de muy buen humor y eso me encanta!

Cada vez las cosas se ponen diferentes y me siento mas real. Me siento independiente y todo anda genial. Cada vez me voy empapando mas con la vida, cada vez el invierno incursiona en mis dias y empiezo a disfrutar. A veces me cuesta entender las vueltas de las vidas. Me siento un poco mareada. Es muy loco este mundo y cada vez me gusta mas.

Me gusta sentirme deseada y que el hombre me busque. Seguro fue por eso que no le hablé cuando por tercera vez, lo ví subirse en el 60 en el que viajaba. Era de noche y me volvía del seminario de locución para casa. Me hice la boluda y no solté una palabra. Okey, pero que... ¿Iba a hablarle y decirle ''Hola''? Ya lo había hecho y hasta me había funcionado. Pero esta vez era distinto.

Primero, no me parecío tan atractivo como me parecía antes, y además, el estaba con sus auriculares puestos, en su mundo y no me sentía cómoda para interrumpirlo, hacerme la boluda (o la fácil) y decirle ''HOLA! ¿De nuevo en el 60?'' Si me veías buenísimo. De cualquier forma si quería encontrarte todavia sabía donde trabajabas y podía ir a buscarte. Las chances estaban.

Y me quede con la idea de que quizá lo saludaría cuando me bajara del bondi. Aunque no tenía idea en que parte del bondi estaba y tendría que haber mirado todas las caras en un microsegundo para encontrarlo. Me evité de hacer todo ese show porque el finalmente me encontró. Yo me estaba acercando a la puerta del bondi para ir a tocar el timbre para bajarme y sentí que alguien me tocó el brazo y ahí lo volví a ver, cosa que ni me esperaba. Ya a esa altura me había dado por vencida... El hombre que todavía no había terminado de olvidar estaba frente a mis ojos y me estaba buscando. Gran detalle

Y eso es buenísimo, porque yo no tuve que hacer nada.

Descartando el hecho que el sigue siendo el mismo de siempre y yo sea otra persona distinta... el sigue queriendo algo conmigo. Y ahí me aflojo. Porque digamos que en el fondo, fuera de que no lo haya encontrado tan atracitvo como antes, me gusta un poco y además me pone un poco kenshi. Ya empezaba a extrañar esas noches por las calles después del trabajo, que buenos tiempos!

Aproveché para hacerme la interesante, la misteriosa, la sexy. Roles con los que me gusta jugar cada tanto, y que el me dio el espacio para interpretarlos. Y de paso, sentirme un asi... linda, inteligente y bien. La seducción es algo que me encanta. Ese juego previo, ese darse a conocer, me encanta!

Aunque la charla del bondi fue muy corta, porque él se acordó que yo estaba a punto de bajarme (yo por mi me hacía la boluda y me quedaba en el bondi un par de paradas después) Le dejé las cartas sobre las mesa diciéndole que había vuelto a laburar y que si quería, podía darse una vuelta por mi local a visitarme. Mucho más no se pudo decir; yo tenía que bajarme y ya se acababa el tema de conversación. ''El viernes salgo a las 8'' le dije y me bajé del bondi. Quedó todo muy inconcluso.

Queda todo en puntos suspensivos, los dos nos dejamos en claro lo que queremos, ahora... ¿Será el quien rompa el hielo y venga a visitarme, o al revés?

Lo que suceda será parte de otro capítulo de "Tere y el hombre del 60"

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